En el lenguaje actúan tal como podemos ver en el gráfico 1 toda una serie de componentes neurofisiológicos que permiten la descodificación y elaboración del mismo. Entre los principales, a grandes rasgos, podemos destacar:
- el sentido de la audición que permite escuchar lo que se nos dice.
- el cerebro y la corteza cerebral que permiten por una parte decodificar lo oído y mandar órdenes a los órganos fonatorios para producir el lenguaje.
- órganos fonatorios que son los que permiten la producción sonora del lenguaje: es decir el habla.
Gráfico 1: Componentes neurofisiológicos del lenguaje.
La emisión de sonidos requiere, al espirar, de una vibración particular de las cuerdas vocales acompañada de una ubicación adecuada de las diferentes piezas del aparato bucofaríngeo. Como es de imaginar estos músculos y cavidades son controladas a nivel cerebral, a través de los nervios que provienen del encéfalo.
La orden motriz parte, por lo tanto, del córtex cerebral a nivel del área motriz primaria (ÁREA DE BROCA). Una vez dada la orden, el sonido emitido por las cuerdas vocales tras la exhalación del aire se caracteriza por la intensidad, el timbre y la altura. Boca y faringe actúan de cajas de resonancia y permiten la formación de los fonemas. Esto sería lo que formaría lo que conocemos por LENGUAJE EXPRESIVO, es decir la producción del lenguaje o el habla. La conducta de expresión oral es constantemente reajustada en función de informaciones auditivas (Rondal & Sheron, 1991; Sataloff, 1993; Love & Webb, 1994).
En cuanto al LENGUAJE RECEPTIVO se refiere a como captamos y comprendemos la señal hablada. El habla como hemos podido comprobar anteriormente consiste en una vibración del aire ambiental. Este produce una movilización del tímpano (oído) que al provocar la movilización de los huesecillos del oído medio, transforma el mensaje al oído interno e inducen en el la movilización de los líquidos. Esta señal supone un desplazamiento de diferentes membranas, así como de las células ciliadas, Es en este estadio que la información deviene neuronal. Posteriormente, tras el paso por el área de Wernicke habrá una comprensión del mensaje emitido por el interlocutor (Rondal & Sheron, 1991; Love & Webb, 1994).
Entre los componentes cerebrales, según Damasio & Damasio (1992), algunos autores creen que el cerebro procesa el lenguaje por medio de tres grupos de estructuras que actúan influyéndose recíprocamente:
1.- Un amplio conjunto de sistemas neuronales que hay en los dos hemisferios representa las interacciones no lingüísticas entre el cuerpo y su entorno, mediadas por sistemas sensoriales y motores.
2.- Un número menor de sistemas neuronales localizados en el hemisferio izquierdo que representa los fonemas y las reglas sintácticas para combinar las palabras. Si se les ha estimulado desde el interior crean las formas verbales y generan frases que se han de decir o escribir. Si por el contrario, el estímulo proviene del exterior efectúan el procesamiento inicial de las señales del lenguaje auditivo o visual.
3.- Este grupo de sistemas situado en buena parte en el hemisferio izquierdo sirve de interconexión entre los dos anteriores. Puede tomar un concepto y estimular la producción de formas verbales o puede recibir palabras y hacer que el cerebro evoque los conceptos correspondientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario